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Un veterinario prepara a un perro para intervenirle quirúrgicamente / EFE

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JULIO CAMACHO | CADIZ

La Asociación de Empresarios Veterinarios de la provincia de Cádiz (AEVECCA) reclama que se profesionalice la atención a animales abandonados, y que el personal que trabaje con ellos esté “formado y con contrato laboral”, porque “puede haber casos en los que bajo el abanico del voluntariado haya horarios laborales encubiertos, con la consiguiente competencia desleal” de algunas protectoras.

En esta línea, AEVECCA pide a la Junta de Andalucía participar, desde la experiencia de sus asociados, en la elaboración de la Ley de Bienestar Animal, como ha ocurrido en otras normativas relativas a la protección animal a nivel estatal.

Los veterinarios ponen como ejemplo de la necesidad de regular los centros de acogida animal lo ocurrido en Chiclana días atrás, cuando el Seprona rescató “a unos 40 animales hacinados y muertos literalmente de hambre, rodeados de basura y sin poder escapar de su captor, que lejos de velar por su bienestar los tenía abandonados a su suerte, dejando que se murieran y se comieran entre sí, sometidos a una crueldad extrema”.

En la provincia de Cádiz hay censadas 80 consultas veterinarias, 89 clínicas y dos hospitales veterinarios. Por otro lado, aproximadamente, hay unas 30 protectoras de animales en la provincia. AEVECCA sostiene que, en ocasiones, “se actúa con cierta descoordinación” pese a que veterinarios y protectoras coincidan en la búsqueda del bienestar animal. El presidente de AEVECCA es Alberto Méndez.

En este punto, inciden en que los ayuntamientos delegan los centros de protección animal (obligatorios por ley en municipios de más de 50.000 habitantes) a protectoras, cuyo personal “tiene mucha voluntad y realizan un trabajo encomiable de forma altruista, pero a veces sin la preparación necesaria”.

Al hilo, los empresarios veterinarios aseveran que la dirección técnica debe llevarla un gestor preparado y la dirección sanitaria debe llevarla un veterinario.

En definitiva, la asociación de empresas veterinarias solicita un marco legal que establezca las condiciones de perreras, protectoras, casas de acogida y particulares que deciden tener más de siete perros bajo su responsabilidad y, además, establecer los controles necesarios a estos establecimientos para que estos casos dejen de aparecer.

AEVECCA llama a “no olvidar el riesgo que para los voluntarios sin ninguna formación suponen enfermedades que se contagian como micosis, leishmaniosis, brucelosis, micoplasmosis y otras enfermedades parasitarias e infecciosas”. “Estamos dejando estos animales en manos no expertas, no formadas”, critica.

“El amor por los animales no debe confundirse, el cuidado a animales abandonados es un trabajo solo apto para profesionales cualificados, mientras algunas protectoras recurren a veces a seudoprofesionales sin las mínimas garantías”, exponen los empresarios veterinarios, que recalcan que “el mejor lugar para realizar las cirugías es un quirófano bien equipado con material estéril que garantice el bienestar animal y una práctica quirúrgica con calidad”.