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Los montes de Oia han registrado un nuevo caso de maltrato animal. Cuatro caballos salvajes aparecieron muertos ayer por la tarde en un túnel de desparasitación en la parroquia de Viladesuso. Otros cinco equinos se encuentran malheridos. Los cadáveres presentan signos de haber sido brutalmente agredidos con objetos contundentes en la zona de O Areeiro. Todos los animales tienen microchip y sus propietarios ya han dado aviso al Seprona, que investiga los hechos. La intencionalidad se deduce de que fueron introducidos en un espacio estrecho conocido como manga, donde permanecieron presos sin posibilidad de escapatoria. Los animales tenían golpes en la cabeza, aseguraron los ganaderos, pero será la necropsia determine las causas de las muertes.   

Este terrible suceso fue descubierto sobre las siete de la tarde de ayer cuando dos vecinos de Oia se encontraban dando un paseo por el monte. Encontraron a los animales presos entre los barrotes del pasillo de desparasitación. Se trata de una estructura metálica fija dentro de un cierre, que ocupa un terreno que los ganaderos han alquilado a la comunidad de montes de Viladesuso. Se utiliza normalmente para el saneamiento de los caballos y también de las vacas autóctonas que pastan libremente en el monte. Tres de los cadáveres eran de ejemplares adultos y el cuarto era una potra. Había otros cinco caballos heridos y los ganaderos abrieron la compuerta para que pudieran escapar. Los ganaderos afirman que presentaban golpes en la cabeza. Se cree que no debían de llevar mucho tiempo allí. Algunos testigos comentaron que pasaron el viernes por la mañana pasaron por el lugar y no vieron nada raro. Los cadáveres permanecen en la zona y no se espera que sean retirados hasta mañana. Se trata de un lugar de difícil acceso, al que se llega a través de una pista forestal.

Los vecinos de la zona están consternados con el suceso. Nunca hasta ahora se había registrado un atentado animal de estas características. Creen que pudo haber sido una gamberrada o que esta salvajada encierre algún interés por enfrentar a los ganaderos entre sí.Tras darse la voz de alarma, unos 20 ganaderos se han concentrado esta mañana en el lugar de los hechos y no daban crédito a lo sucedido. Es un capítulo más de una misteriosa muerte de animales silvestres que viene repitiéndose durante las últimas semanas. Hace unos días aparecieron tres ovejas muertas a pocos kilómetros de distancia, en el camino de Cabo Silleiro. Su estado de descomposición hacía imposible verificar las causas de su muerte. Unas jornadas antes también también apareció muerto el perro que cuidaba a los vecinos de Baiña en una zona de difícil acceso en el monte de Baiona. El animal tenía las patas traseras atadas. Hace más de un año, en la zona de Chan da Lagoa, apareció un perro malherido con piedras encima..