Se prevé una mayor producción de huevos de consumo en la UE en 2015 y 2016 (un 2,3% y 2,5% respectivamente). España es en buena parte responsable del ascenso, por el incremento de producción estimado para esos años (el 7% y el 10%), el mayor de todos los países de la UE. Informe de María del Mar Fernández de INPROVO, Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos.
A finales de 2014 estaban censadas en la Unión Europea (UE) 16.808 granjas de ponedoras autorizadas para la producción de huevos de consumo.
Alojaban 362 millones de ponedoras en los 28 países comunitarios.
Las granjas con gallinas en granjas con sistemas de producción sin jaula (en suelo, campero o ecológico), denominados alternativos, son ya un 79% del total, y alojan al 41% de las gallinas. Es decir, el 21% de las granjas con gallinas en jaula tienen el 59% de las ponedoras europeas.
En España el censo asciende a 1.093 granjas, de las que la mitad son en sistemas sin jaula, y algo más de 39 millones de ponedoras (el 6,8% alojadas en granjas alternativas).
En la UE se estimó una producción total de 7,3 millones de toneladas en 2014. Unas 800.000 se produjeron en España, de las que 734.000 corresponden a huevos de consumo. El resto, un 8%, son huevos para incubar.
Los seis países con mayor producción de huevos de consumo en la Unión Europea son Italia, Alemania, Francia, España, Polonia y Holanda, y suman el 74% de las ponedoras comunitarias.
Se prevé una mayor producción de huevos de consumo en la UE en 2015 y 2016 (un 2,3% y 2,5% respectivamente). España es en buena parte responsable del ascenso, por el incremento de producción estimado para esos años (el 7% y el 10%), el mayor de todos los países de la UE.
Los precios del huevo fresco clasificado y a la salida del centro de embalaje en la UE (media de los precios semanales comunicados por los Estados miembros para cada país) han sido en 2015 130 euros/100k, frente a los 127,49 euros/100k de 2014. En España los precios se situaron respectivamente en 102,97 euros/100k y 106,18 euros/100k en los mismos años.
La UE es un exportador neto de huevos al mercado mundial, ya que su autoabastecimiento se sitúa entre el 102% y el 103% en los últimos años. Es decir, exporta unas 200.000 toneladas de huevos y ovoproductos anualmente. Holanda, Francia, Polonia y España son algunos de los principales exportadores de huevos comunitarios.
El consumo interno ha descendido entre el año 2008 y el 2014 un 2,6%, pasando de 13,1 a 12,2 k per cápita de media. En España la caída del consumo ha sido algo más acusada, si bien sigue siendo superior al de la UE: pasó de 14,9 a 13,1 k per cápita en el mismo período.
La UE es un actor de primer orden en el comercio mundial de huevos y ovoproductos, con un saldo claramente exportador.Las exportaciones de huevos y ovoproductos de consumo de la UE tienen como principales destinos Japón, Suiza, Angola y Emiratos Árabes, además de Estados Unidos, con carácter excepcional, en la segunda mitad de 2015.
Estados Unidos ha sido el protagonista del comercio exterior de huevos de la UE este año, debido a la caída de un 12% de su producción por los brotes de influenza aviar altamente patógena que afectaron entre diciembre de 2014 y junio de 2015 a su cabaña y obligaron a sacrificar a 35 millones de ponedoras.
Varios países comunitarios fueron autorizados por las autoridades norteamericanas para exportar huevos destinados a la transformación en Estados Unidos y España ha aprovechado la oportunidad que ofrecía este nuevo mercado, enviando el 45% de las 33.761 t de huevos que salieron desde la UE a EE.UU. hasta el mes de octubre (últimos datos disponibles).
Los dos países que lideran comercio extracomunitario de huevos en cáscara son Holanda y España, que se reparten el 62% del volumen total de huevos comunitarios exportados (datos hasta octubre de 2015, 104.000 t.).
Las exportaciones totales de huevos de consumo de la UE (huevos en cáscara y ovoproductos) alcanzaron las 302.000 t. (en cantidades equivalentes de huevo en cáscara) hasta octubre de 2015. Supone un 12% de incremento frente al volumen exportado en 2014. Los mayores exportadores han sido Holanda, Italia, Francia y España.
El volumen de huevos importados supone un 0,2% de la producción comunitaria total, unas 20.000 toneladas. Los principales proveedores comunitarios de huevos y ovoproductos son en los últimos años Estados Unidos, India y Argentina, a los que se ha sumado Ucrania en el 2015.
El acceso a mercados mundiales está condicionado por los acuerdos o las barreras comerciales existentes. La UE está desarrollando una política de acuerdos bilaterales y multilaterales que en 2016 tiene su principal foco en las negociaciones con Estados Unidos para concluir el Tratado TTIP, con intención de que sea el principal impulso para mejorar los intercambios y favorecer la economía a ambos lados del Atlántico en los próximos años.
Los sectores ganaderos de la UE, y el del huevo especialmente, demandan que los negociadores comunitarios incluyan en el acuerdo el respeto a las condiciones del Modelo Europeo de Producción en los productos de origen animal importados desde los Estados Unidos, algo que en principio han descartado las partes, que reconocen la validez a efectos de la apertura de mercado de sus respectivos modelos productivos.
Las regulaciones europeas sobre bienestar animal, uso de materias primas en alimentación, controles sanitarios, respeto al medio ambiente, uso de antibióticos, aditivos, hormonas, etiquetado y trazabilidad, entre otras, son factores que incrementan el coste para las producciones comunitarias y no afectan en la misma medida a las de Estados Unidos. Los ganaderos exigen que los sobrecostes regulatorios no se obvien en el acuerdo TTIP, ya que una reducción o eliminación de aranceles sin más consideraciones tendrá un impacto muy negativo en el mercado y condena a la desaparición a buena parte de la ganadería comunitaria.
La UE está también negociando acuerdos comerciales con socios tan importantes para el sector del huevo como Japón o India, que tienen posiciones comerciales muy distintas en el sector del huevo. La preocupación de los productores porque se establezcan reglas justas, no discriminatorias y respetuosas con el modelo europeo de producción de huevos se ha transmitido a los responsables de comercio de la UE.
En cuanto a las propuestas regulatorias nuevas, la UE está revisando sus normas sobre medicamentos veterinarios y piensos medicamentosos. El sector español del huevo está trabajando coordinadamente con otras asociaciones profesionales y empresariales y la Administración para que los cambios garanticen que el sector dispondrá de herramientas adecuadas para prevenir enfermedades y mantener un elevado nivel de sanidad en las granjas y la seguridad alimentaria, al mismo tiempo que evita la aparición de resistencias
El sector del huevo español vive momentos complicados en el mercado interior, principalmente por su debilidad en las relaciones con la distribución. La oferta de huevos es muy amplia y está dispersa entre muchos operadores, y las políticas de compra de los minoristas, cada vez más concentrados, se basan fundamentalmente en el precio. Así se ha llegado a una situación crónica de bajos precios y reducción de márgenes comerciales del huevo en el lineal.
El panorama en 2015 en la distribución comercial en España es bastante plano, con un 80% del lineal de huevos ocupado por las marcas del distribuidor, y poco desarrollado como categoría de producto. La creciente presencia de huevos alternativos, aún escasa en cuanto a volumen de ventas, es el único factor dinamizador.
La banalización de la imagen y del valor comercial del huevo pasa por apostar por una gama de productos diferenciados y de valor añadido, inversión en innovación y marketing, y creación de marcas fuertes de ámbito nacional, estrategias que el sector español del huevo tiene pendiente acometer.
Mientras tanto, el mercado evoluciona de modo dispar entre los países comunitarios. En general los países del Norte de la UE presentan un mayor dinamismo tanto en su sector minorista como en el de la industria. Los factores de diferenciación del huevo en el mercado suelen basarse en tendencias relacionadas en el bienestar animal, muy presente en el debate público.
Desde España se observan con inquietud las iniciativas de varios países comunitarios que han aprobado normas adicionales a las comunitarias en materia de bienestar animal. Dinamarca, Austria, Holanda y Alemania prohibirán el tratamiento de picos en las ponedoras, y Alemania muy pronto también el sacrificio de pollitos machos de líneas de puesta.
Estas medidas obstaculizarán el mercado único y los activistas del bienestar animal pedirán su aplicación en toda la UE, sin tener en cuenta su impacto. En esta y en todas las iniciativas regulatorias, el sector español exige que haya una sólida base científica y una evaluación adecuada antes de adoptar nuevas normas, para evitar distorsiones de la competencia en el mercado comunitario y en el mundial.
El 2015 ha venido marcado en lo medioambiental por la reciente cumbre del clima de París, en la que se alcanzó un acuerdo para limitar el incremento de temperatura de la Tierra. En materia de emisiones, la UE ha avanzado mucho desde la publicación de la Directiva sobre prevención y control integrados de la contaminación (hoy Directiva de emisiones), que afecta ya sectores ganaderos como la avicultura y el porcino. En 2015 se ha revisado el documento de referencia (BREF) sobre las mejores técnicas disponibles en avicultura y porcino para la reducción de emisiones y está prevista la publicación de la nueva versión a mediados de 2016.
INPROVO (Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos) ha revisado en los últimos años la Guía de aplicación del sistema APPCC en centros de embalaje de huevos de gallina, que 15 años tras su publicación necesitaba una revisión a fondo. El grupo de trabajo encargado ha redactado un nuevo texto que se presentará en 2016 y servirá de referencia a los operadores del sector y administraciones.
Merece un apartado especial la Campaña desarrollada por INPROVO entre 2014 y 2016, “El huevo de etiqueta”, que cuenta con financiación de la UE y del MAGRAMA. Hasta julio de 2016 mantendrá más de 100 encuentros con estudiantes, consumidores, prescriptores y medios de comunicación de toda España para informar sobre el Modelo Europeo y los distintos sistemas de producción de huevos, el marcado y etiquetado y la trazabilidad de la mano de los productores y profesionales del sector.
Además, en redes sociales y en la página web informativa www.elhuevodetiqueta.eu están a disposición de los interesados todos los materiales de la campaña.
“El huevo de etiqueta” está teniendo gran aceptación y repercusión en medios en relación a la inversión realizada. Al finalizar se espera haber mejorado no solo el conocimiento de los españoles sobre la forma en que los huevos se producen, sino también su confianza en que es un alimento seguro, muy controlado y producido de forma sostenible por profesionales responsables.
En el apartado de promoción de la innovación, INPROVO está participando en un proyecto apoyado con fondos comunitarios, denominado OVOSHINE, para desarrollar un sistema de higienización de la cáscara del huevo a partir de luz. Será de gran ayuda para incubadoras, centros de embalaje de huevos e industrias de ovoproductos. El proyecto OVOSHINE reúne a centros de investigación, empresas y asociaciones de varios países de la UE (además de España, Alemania, Bélgica, Hungría, Reino Unido, Portugal, y Noruega) que se reparten las distintas tareas del mismo y finalizará en 2017.
Como resumen del año 2015 cabe destacar el impulso que desde INPROVO se ha dado a la internacionalización del sector español del huevo, así como las gestiones para facilitar su actividad en áreas de gran relevancia como las iniciativas legislativas nacionales y comunitarias, la elaboración de documentos de referencia (BREF y Guía APPCC), la comunicación sobre el sector y el huevo y la promoción de la investigación e innovación.
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