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La Guardia Civil ha localizado en la Merindad de Tulela (Navarra) un cercado donde malvivían 16 perros de diferentes razas, famélicos, asustados y martirizados por enfermedades como la sarna sarcóptica, muy dolorosa, según ha informado esta mañana el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. El dueño de los animales ha sido puesto a disposición judicial, aunque ha aceptado e iniciado un tratamiento veterinario que ha mejorado la vida de los perros que, en cualquier caso, serán entregados a una sociedad protectora cuando se recuperen y no contagien. Este tipo de situaciones son las que perseguía erradicar la pospuesta ley de protección animal, de la que finalmente han sido excluidos los perros de caza, rehalas y de trabajo.

Los animales hallados en Tudela estaban en un paraje apartado. La Guardia Civil recibió el aviso de un ciudadano que vio a los animales en pésimo estado. “Muchos podían haber perdido la vida esa misma mañana”, ha asegurado un portavoz del instituto armado. Los agentes comprobaron que los animales “presentaban distintos grados de dermatitis, eran portadores de diferentes enfermedades, lesiones cutáneas e infecciones graves, como la sarna sarcóptica, enfermedad clasificada como zoonosis y altamente transmisible entre diferentes especies animales”.

El dueño, además de ser denunciado, fue instruido para que sometiera a los perros a un tratamiento veterinario, lo que ha acatado, pese a lo cual fue puesto a disposición del juzgado de guardia de Tudela, acusado de un delito de maltrato animal. El maltrato a todos los animales (salvo los salvajes) penado por el artículo 337 del Código Penal. La nueva legislación pretendía acabar, además de con el maltrato, con el abandono de animales en un país donde cada año son tirados 100.000 perros, según la Guardia Civil. En 2021, el fin de la temporada de caza fue el segundo motivo de abandono en España tras las camadas no deseadas, según la Fundación Afinitty.

La semana pasada el PSOE logró aprobar una moción que excluía los perros de caza, pero todavía tiene que buscar votos para aprobarlo en el Congreso. Unidas Podemos se opone, porque sostiene que eso deja desprotegidos a los más vulnerables. Esta moción ha sido celebrada por los cazadores y el mundo rural. Las entidades animalistas, como Pacma, en cambio, consideran que la exclusión de los perros de caza, “los que más ayuda necesitan”, convierten la nueva ley en “un panfleto inútil”.

Según el texto de la enmienda, quedarán excluidos los perros de caza, rehalas y animales auxiliares de caza, y se añade que “todos ellos se regulan y quedarán protegidos por la normativa vigente europea, estatal y autonómica y que les sea de aplicación al margen de esta ley”.