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En la reserva de San Roque conviven gamos, un ñandú, ovejas de Camerún, burros, ponis y mastines | XAIME RAMALLAL

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El ataque de varios lobos a un poni de la reserva de animales ha hecho saltar las alarmas en la Comunidad de Montes de San Roque, en Viveiro, que vela por el bienestar de las distintas especies que habitan en cautividad en este paraje natural único, al que a diario acuden numerosas familias y visitantes para disfrutar de la naturaleza. Según explica el presidente de los comuneros, Carlos Méndez, el suceso tuvo lugar el pasado domingo, cuando los lobos acorralaron a uno de los tres ponis de la reserva, lo mataron y lo arrastraron hasta sacarlo del recinto de tres hectáreas cercado por tres líneas de alambre donde pastaba junto a sus dos compañeros. «Cremos que como mínimo foron catro lobos porque un só non mata, arrastra e come desa maneira un poni así, que podía pesar 180 ou 200 quilogramos», agregó Méndez. El poni quedó medio comido sobre la carretera, y el responsable de la comunidad de montes considera que los cánidos salvajes debieron asustarse por algo y huyeron. «O problema é que siga a racha porque o lobo unha vez que ataca nun lugar, vézao, e pódenos facer unha desfeita grande. Podemos quedar sen reserva de animais», advirtió. En esta reserva de animales conviven cinco burros, dos ponis, dieciséis ovejas de Camerún, gamos, un ñandú y varios mastines. Los ponis que han sobrevivido están asustados y han sido trasladados a otro espacio de la reserva tratando de protegerlos.

Ahora que el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico tiene intención de aumentar la protección sobre el lobo prohibiendo su caza sean cuales sean las circunstancias, desde la comunidad de montes viveirense, que dio parte a Protección Civil y a Medio Ambiente, reflexionan: «Ao lobo hai que protexelo, pero quen protexe aos nosos animais? Onde acaba o dereito duns e o doutros».