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La leche no pasteurizada es una de las principales fuentes de listeriosis.

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La revista de epidemiología Eurosurveillance alertaba este jueves 24 de mayo del aumento de hospitalizaciones por listeriosis, una zoonosis causada por el consumo de alimentos contaminados considerada como la más letal de las enfermedades alimentarias, e instaba a mejorar la vigilancia en animales y humanos para revertir la tendencia. La vigilancia y control de zoonosis alimentarias es una de las labores fundamentales realizadas por los veterinarios especializados en salud pública.

A tenor de esta situación, el Instituto de Salud Carlos III, la institución encargada de vigilar la prevalencia de enfermedades en España, ha hecho público un comunicado en el que ha explicado cómo actúa la listeriosis y su situación epidemiológica.

Así, explican que la listeriosis, provocada por la bacteria Lysteria monocyogenes, es más severa en mujeres embarazadas y sus recién nacidos, así como en adultos mayores de 65 años y personas con el sistema inmunitario debilitado. Además, destacan que la bacteria causante de la enfermedad tiene reservorio animal y se distribuye ampliamente en el medio ambiente, pudiendo contaminar una gran variedad de alimentos o bebidas.

El síntoma más común es la gastroenteritis, aunque en algunos casos puede derivar en una septicemia o una meningitis. Es por esto por  lo que los expertos consideran a la listeriosis como una de las infecciones transmitidas por los alimentos con mayor tasa de letalidad y mayor carga de morbilidad, en relación a las secuelas que puede originar.

El Instituto explica que en los años 90, los brotes de listeria estuvieron vinculados principalmente a embutidos y salchichas, aunque ahora están generalmente vinculados a productos lácteos, sobre todo quesos blandos, frutas y verduras.

En el caso de los quesos blandos, los expertos recomiendan comprobar que en la etiqueta figura que han sido fabricados con leche pasteurizada y en el melón no dejarlo a temperatura ambiente una vez que ha sido abierto.

SITUACIÓN EPIDEMIOLÓGICA

En el artículo ‘Situación epidemiológica de la listeriosis en España según el registro de hospitalizaciones, 1997-2015: necesidad de una mayor sensibilización’  elaborado por investigadores del Instituto de Salud Carlos III y del Hospital Universitario Ramón y Cajal se realiza un estudio descriptivo retrospectivo de las hospitalizaciones relacionadas con listeriosis entre 1997 y 2015, y se describe la evolución temporal y geográfica de esta enfermedad en España.

En dicho periodo de tiempo se produjeron 5.696 hospitalizaciones relacionadas con listeriosis, lo que, aseguran, “representa sólo la punta del iceberg”, ya que sólo un pequeño porcentaje de los casos —los más graves— requiere hospitalización. El grupo de edad de mayores de 65 años fue el más afectado (50%). Las mujeres embarazadas y los recién nacidos representaron el 7% y el 4% de las hospitalizaciones, respectivamente.

Asimismo, el 56,4% presentaba alguna causa de inmunosupresión de base, siendo las más frecuentes cáncer (22,8%), diabetes mellitus (16,6%) y enfermedad hepática crónica (13,1%). La mortalidad fue del 17%, superior en los mayores de 65 años (67,5%) y en los pacientes que desarrollaron sepsis (39,9%) o meningoencefalitis (19,2%).

La evolución temporal de las tasas anuales fue creciente durante todo el periodo de estudio, especialmente en los mayores de 65 años. Las tasas de hospitalización más altas se ubicaron en el norte del país.

MEJORAR LA VIGILANCIA

El Insituto Carlos III afirma que los resultados del estudio de Eurosurveillance ponen de manifiesto que es necesario mejorar la vigilancia de esta enfermedad en animales y humanos, en paralelo a las mejoras implementadas en su control y en la prevención de los casos (especialmente a embarazadas y personas inmunodeprimidas).

Los investigadores consideran también que estas medidas son esenciales para generar conocimiento y reforzar el control de la listeriosis, así como para reducir la morbilidad asociada y los costes relacionados con la misma.

La listeriosis se ha visto recientemente involucrada en brotes con gran número de afectados. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), podría ser una enfermedad emergente en Europa y estar infradiagnosticada. En España, no entró en el catálogo de enfermedades de declaración obligatoria (EDO) hasta el año 2015.