Historia colegios

TARRAGONA

22/08/1904

Fecha de constitución definitiva: 22 agosto 1904.

Primer presidente: José María Montardit Moreno.

Primer secretario: Antonio Rafael Pi Cervera.

Oficial: Real orden 15 noviembre 1904, en Gaceta de Madrid, 18 noviembre 1904.

Colegiados en 1904: 36 de 47. Veterinarios en la provincia en 1911: 66.

Antecedentes: Reunión para cambiar impresiones sobre la creación de un colegio veterinario en la provincia, 19 noviembre 1901.



 

Diario del Comercio, 28 noviembre 1901, pág. 1. “La colegiación veterinaria en la provincia de Tarragona”.

La Colegiación veterinaria significa o representa el manantial donde, acudiendo todos a su corriente, hemos de ir a beber el agua pura de la regeneración de nuestra clase y una vez todos unificados exponer los razonamientos por medio de los cuales pueda resultar dicha regeneración.

En los tiempos presentes en que el espíritu de asociación se deja sentir en todas las esferas sociales, basado en la unión, que constituye la fuerza, no podía pasar desapercibido el mismo para los veterinarios de esta provincia que hasta hoy yacen en un sueño letárgico del que han despertado al darse cuenta de que ya en muchas provincias es un hecho la tan cacareada Colegiación Veterinaria.

Y no podía menos de suceder así si se tiene en cuenta que los médicos y farmacéuticos de todas las provincias, abogados, comerciantes, industriales, labradores, patronos, obreros... todos se colegian, se asocian dando la nota discordante respecto a asociación los veterinarios, a cuya clase es tal vez la que más conviene aquella.

Ninguna clase más expuesta que la nuestra a las contingencias de los negocios y que, por lo tanto, sumen a sus individuos en el desamparo y aún en el más completo olvido.

A nadie más que a los veterinarios corresponde demostrar pública y privadamente nuestra influencia social.

No solo somos médicos de los animales domésticos, sino consejeros inteligentes y aptos de la ciencia de producción y los encargados de velar y dirigir la conservación, multiplicación y fomento de aquellos.

Somos los llamados a activar los de explotación zoológica, para hacer ejemplares fornidos, robustos, corpulentos, engrasados, lactíferos, etc. según convenga a los intereses generales del Estado o del propietario.

Somos pues, la base de la agricultura, que tanto contribuye a que las naciones modernas sean ricas y fuertes.

Y por último nuestra profesión tiene tan íntima relación con la higiene pública, que en virtud de nuestros conocimientos y medidas administrativas, preservamos a la masa social de las enfermedades mortíferas que a veces devastan grandes comarcas por infecciones que de los animales se trasmiten al hombre y causadas por seres infinitamente pequeños tan sanos en métodos de vida y reproducción, como los microbios patógenos.

A pesar de todo lo expuesto y de nuestra imperiosa necesidad, los gobiernos nos tienen en el más completo olvido y la sociedad nos mira con la más desapiadada indiferencia.

A evitar estos efectos y a hacer valer nuestros derechos legítimamente adquiridos tiende la idea de colegiación y con excelente pensamiento dice La Veterinaria Moderna en su número del 7 de marzo del presente año: «La Colegiación Veterinaria (píntese como se quiera por aquellos que creen desvanecer sus atributos) es un acto que representa cordialidad, armonía, igualdad de miras en el profesorado; es un acto que representa la aspiración general de una clase que pretende redimirse por virtud del trabajo y de la labor científica; es un acto que revela la noble tendencia de crear y sostener una liga, una sociedad general de veterinarios, en la que las malas pasiones, los egoísmos y las conveniencias particulares no deben ni pueden entrar».

Verificada que sea la nueva vida que se miela como consecuencia de la colegiación, entonces sí, entonces constituiremos el verdadero centro de moralidad profesional, que todo armoniza, dando por resultado no ver nunca esterilizados nuestros trabajos y esperanzar un halagüeño porvenir para nuestros sucesores.

Palencia, Valencia, Teruel, Segovia, Castellón, Pamplona, Huesca, el partido de Belchite... y últimamente Zaragoza están ya colegiadas y puede decirse que Tarragona muy pronto formará parte y número entre ellas, para lo cual el día 19 de los corrientes y en fraternal banquete nos reunimos varios veterinarios civiles y un veterinario militar en el restaurant del Centro, con el objeto de cambiar impresiones sobre la creación de un colegio veterinario en esta provincia, y después de exponer cada uno sus razonamientos en un todo conformes con el objeto indicado, se acordó por unanimidad constituirse en comisión organizadora los allí presentes y desde luego comenzar los trabajos preliminares encaminados a conseguir a la mayor brevedad la celebración de una Asamblea general de veterinarios de esta provincia que deberá celebrarse en Tarragona y de la cual en su día daré cuenta.

Al destaparse el champagne se iniciaron los brindis encaminados todos ellos a abogar porque la unión y colegiación de los veterinarios de la provincia sea un hecho a contar desde la celebración de la próxima Asamblea general.

A. Rafael Pi. subdelegado de Veterinaria y subinspector provincial de salubridad de esta provincia. Tarragona 26 noviembre 1901.

 

La Verdad, Tortosa, 29 noviembre 1901, pág. 3. “Colegiación veterinaria”. Diario de Tortosa, 30 noviembre 1901, pág. 2.

La Comisión organizadora de la colegiación veterinaria de esta provincia ha dirigido una circular a todos los profesores veterinarios pidiendo su adhesión al pensamiento iniciado el día 19 del actual. Próximamente se convocará a una Asamblea general.

 

Diario del Comercio, 24 agosto 1904, pág. 3. Correo Ibérico, 24 agosto 1904, pág. 2.

En atento B.L.M. nos participa el señor secretario del “Colegio de Veterinarios de la provincia de Tarragona”, que anteayer, en asamblea general, quedó constituida definitivamente aquella entidad, eligiéndose por aclamación la siguiente junta directiva:

Presidente, José María Montardit; secretario, A. Rafael Pi; tesorero, Cándido Forasté; vocal 1, Salvador Lonet; vocal 2, Francisco Civis; vocal 3, Ramón Roig; vocal 4, José Cabré.

[A dicha junta se le otorgó amplio voto de confianza para que redacte el reglamento de dicha colegiación].

 

Gaceta de Medicina Zoológica, año XXVIII, nº18, 15 septiembre 1904, págs. 281 – 284, “Nuevo colegio de veterinarios”.

El día primero de los corrientes [agosto] y previamente invitados por el Subdelegado del partido de Tarragona que suscribe, se reunieron en el local del Colegio de Médicos buen número de Veterinarios de esta provincia, y después de cambiar impresiones sobre la importancia y ventajas de la Colegiación de la clase, acordaron constituirse en Comisión organizadora para llevar a cabo los trabajos encaminados a la creación del Colegio.

Se acordó dirigir una circular a todos los compañeros de la provincia encareciéndoles la asistencia a la Asamblea general que había de tener lugar el día 22 de los corrientes o remitiendo una hoja de adhesión firmada. Los resultados fueron superiores a lo que se esperaba, pues la asistencia fue muy nutrida y las adhesiones infinitas, realizando así el primero, más sublime y hermoso de cuantos actos se han realizado hasta hoy, cual es la Asamblea de compañeros celebrada en el Instituto provincial cedido por el ilustre Director, y de la que salió creado el Colegio de Veterinarios de esta provincia.

A continuación transcribo literalmente el Acta de constitución del Colegio, que da a conocer su verdadera y trascendental importancia:

«En la ciudad de Tarragona, a los veintidós días del mes de agosto de mil novecientos cuatro, reunidos en uno de los departamentos del Instituto provincial los Profesores Veterinarios que luego se expresarán, han acordado por unanimidad lo siguiente:

Dar por creado el Colegio de Veterinarios de la provincia de Tarragona.

Participación unánime a la Junta organizadora de parte de la general del voto expresivo en méritos de los servicios prestados a la causa de la colegiación.

Transmitir un abrazo afectuoso a los adheridos que no han podido comparecer y que espontáneamente han otorgado su voto a las resoluciones unánimes propuestas y practicadas por los presentes.

Se ha procedido a la elección de la Junta directiva y por unanimidad han sido proclamados los Profesores siguientes:

Presidente, José María Montardit y Moreno; Secretario, Antonio Rafael Pi Cervera; Tesorero, Cándido Forasté Senahuja; Vocal 1. Salvador Sonet Rubio; Vocal 2. Francisco Cibit Català; Vocal 3. Ramón Roig Recasens; Vocal 4. José Cabré Parés.

Se acuerda para causa de ausencia o enfermedad sustituyan en los cargos de Presidente, Secretario y Tesorero a José Cabré, Ramón Roig y a Francisco Cibit, respectivamente.

Queda encargada la Junta directiva de la confección del Reglamento por el cual debe regirse esta colegiación.

Asimismo se acuerda se escriba en la presente acta el nombre y apellidos de los señores colegiados presentes al acto y a continuación los no presentes adheridos. (Los suprimimos por su mucha extensión).

Acuérdase asimismo dar un voto de gracias a Eusebio Molina y Serrano, Director de la Gaceta de Medicina Zoológica de Madrid, por las dignas atenciones y ofrecimientos que en atenta carta fecha 19 de los corrientes transmite a la Junta organizadora de esta colegiación, así como la misma colegiación al ofrecerle dicha Revista como órgano de la misma, cuya oferta acepta, y agradece con sumo placer y de una manera unánime la Asamblea. Asimismo se acordó por unanimidad nombrarle colegiado y Presidente honorario del Colegio por considerarle eminente Profesor e incansable batallador en pro de la Veterinaria patria. (*) Por tan inmerecidas como honrosas distinciones esta Revista y su Director envían al Colegio de Tarragona el testimonio de su gratitud y le ofrecen su modesto concurso. Molina.

Acuérdase también que el domicilio del Colegio sea el piso segundo de la casa niim. 12 de la calle de San Lorenzo de esta capital.

Se acuerda hacer un anticipo de 5 pesetas por colegiado de los presentes y adheridos para cubrir los gastos que puedan ofrecerse, cuyo donativo se entiende a cuenta de las cuotas que se acuerden definitivamente.

Y no teniendo más asuntos de que tratar se levantó la sesión».

Continúan recibiéndose buen número de adhesiones, haciendo presagiar que muy pronto el total de compañeros de la provincia serán colegiados. A. Rafael Pi. Tarragona, 22 agosto 1904.

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