Historia colegios

PALENCIA

18/09/1899

Fecha de constitución definitiva: 18 septiembre 1899.

Primer presidente: Francisco Pío Luque Lebrón.

Primer secretario: Manuel Vidal Alemán.

Oficial: Real orden 28 noviembre 1905, en Gaceta de Madrid, 5 diciembre 1905.

Colegiados en 1905: * 64 de 128. Veterinarios en la provincia en 1911: 122.

* Puede tratarse de un error, ya que eran necesarios los dos tercios de los colegiados ejercientes en la provincia para que un colegio fuera oficial.

Antecedentes: Fundación de la Asociación Regional de Medicina Veterinaria en Villada, 7 diciembre 1898. Comprendía los partidos de Villada, Frechilla, Carrión (Palencia), Villalón (Valladolid) y Sahagún (León). El secretario era Manuel Vidal Alemán.



Gaceta de Medicina Veterinaria, año XXII, nº128, 15 diciembre 1898, págs. 402 – 403. “Nueva asociación”. Revista mensual de Medicina – Veterinaria práctica, 1 enero 1899, págs. 6 – 9. “Actas”.

Reunidos en asamblea cuarenta profesores veterinarios el día 7 del actual, en Villada, provincia de Palencia, para tratar de crear una asociación veterinaria, el Sr. Vidal, iniciador de la reunión, expuso el motivo y objeto de la misma, se ocupó del estado por que atraviesa la clase, de la necesidad de que se la considere y dignifique por la sociedad y por los mismos individuos que la forman en primer término.

"Plenamente convencidos – decía el Sr. Vidal – podemos y debemos estar de que si nosotros no encauzamos la corriente, si no damos el verdadero rasgo que la causa reclama, nuestros intereses se perjudican, nuestra situación se agrava, nuestra existencia peligra; porque los extraños no se han de encargar de mejoramos y protegernos. Somos muchos a ejercer la profesión, pero debemos convertimos en uno solo y que solo sea uno el pensamiento y una la idea que presida nuestras acciones, nuestros pasos: la unión profesional por medio de la asociación. Si creéis realizable el pensamiento, entiendo que la asociación no deba ser de partido y sí regional, comprendiendo los de Villada, Frechilla, Carrión, Villalón y Sahagún. De este modo tendrían domicilio social profesional muchos compañeros de las provincias de Palencia, Valladolid y León, en un punto céntrico, cual es la población de Villada. Como no es posible en una sola sesión dar cima a la idea que nos congrega hoy, propongo el nombramiento de una Junta directiva o comisión encargada de darle forma y continuar los trabajos y gestiones necesarias”.

Se dio lectura de varias cartas que habían escrito al Sr. Escudero varios profesores que se adherían incondicionalmente al pensamiento.

Varios congregados hicieron uso de la palabra para aplaudir lo expuesto por el Sr. Vidal, entre ellos el profesor Ruperto León, alcalde presidente de Villada, que manifestó su entusiasmo por la profesión, y aunque «está próxima la fecha, dijo, en que dejaré de ejercer la veterinaria, prestaré todo mi apoyo a la naciente sociedad por los laudables propósitos que persigue». Conforme con lo expuesto por el Sr. Vidal, entiendo que debe desde luego nombrarse una Junta directiva de los compañeros de esta localidad y de las más próximas.

Procedióse al nombramiento de la Junta resultando elegidos los señores siguientes: presidente honorario, Eusebio Escudero; presidente efectivo, Lucio Sánchez; vicepresidente, Anselmo Villagrá; vocales, José Alonso, Miguel Vicario, Fausto Gil y Rafael Cano; secretario, Manuel Vidal; vicesecretario, Mauricio Barco; Tesorero, Gregorio Fernández.

Se acordó la cuota de dos pesetas por cada asociado, que fueran entregadas al tesorero para atender a los primeros gastos de la Asociación Regional de Medicina Veterinaria en Villada, donde por acuerdo de la Directiva se reunirá esta el día 16 del actual para ocuparse de la redacción del reglamento.

En la primera asamblea regional de veterinarios palentinos, vallisoletanos y leoneses reinó un gran espíritu de confraternidad y alteza de miras dignos de aplausos. La Gaceta les envía uno entusiasta y ofrece a la nueva sociedad su concurso para el logro de sus levantados ideales. E. Molina.

 

VIDAL ALEMÁN, M. “Principio que lleva y fin que persigue la asociación”, en Revista mensual de Medicina – Veterinaria práctica, 1 enero 1899, págs. 3 – 6.

“Respuesta contra razones, contra denuestos, silencio”. Inscripción del escudo de combate del célebre y nunca bien ponderado doctor Mata.

Poco o mejor nada nuevo podemos decir a los veterinarios para quienes va dirigido este artículo y la revista toda; puesto que las escabrosidades y asperezas que ofrece el campo de la práctica profesional en esta comarca, son bien conocidas de todos nosotros; sin embargo, no es suficiente, no basta conocer la espinosa senda que tenemos que atravesar a diario, es indispensable averiguar la causa y ponerla coto si es posible. No creemos necesario escudriñar mucho para encontrarla.

Esas escabrosidades y asperezas, esa senda tortuosa y llena de espinas, solo, única y exclusivamente se hallan sostenidas por nuestra tibieza y desvió hacia el compañero, por un lado, y el afán de lucro (mal entendido) por otro.

Esa tibieza y ese desvío hacia el compañero deben desaparecer, estrechando nuestros vínculos de parentesco profesional por medio de la Asociación. Pues si después de tanto afán, de tanta ambición por adquirir y poseer clientes, sin mirar medios muchas veces, detenemos nuestros pasos, dirigimos nuestra vista al pasado, examinamos el presente y nos preguntamos: ¿qué hemos hecho? ¿aseguramos ya el porvenir? Podremos con la seguridad de no equivocarnos: No. Luego si a pesar de tanto trabajo, llevando tal vez a algún compañero a la ruina (que es muy de tener en cuenta), nada lucrativo hemos conseguido; ¿a qué esa rivalidad?

Por otra parte y no siéndonos desconocido aquel axioma de que la unión constituye fuerza, si un hombre considerado en cualquier esfera de la sociedad, por mucho que sea su valimiento y poder, necesita del concurso de otro hombre y otros para plantear, fomentar y conseguir un fin que tienda al mejoramiento de una cosa ¿cómo no el Veterinario? Este individuo en el que está representada una clase modesta, sí, pero honrosa y necesaria, y el cual, al poseer un título académico, se le considera adornado de suficientes dotes de ilustración ¿cómo, pues, ha de demostrarlas?

De comprender es, que no todos valemos para lo mismo; no todos hemos de desplegar la misma actividad e inventiva, pero sí hemos de dar base y apoyo a la nueva Asociación; tenemos que depositar todos la misma buena fe, dejémonos guiar y sigamos ciegamente las huellas de aquellos que consideremos como buenos y seguramente llegaremos a la meta de nuestras aspiraciones, veremos al fin coronado de éxito nuestro noble propósito de confraternidad profesional y entonces será cuando encontraremos las ventajas que ofrece al verdadera unión veterinaria por medio de la Asociación.

Esta, que ha de tener conocimiento preciso y circunstanciado de la situación de cada uno de los asociados, ha de procurar que se lleve a efecto una severa moral profesional dentro de los cuatro partidos judiciales en ella comprendidos y que facilitará, o por lo menos pondrá en juego, toda la gestión necesaria y conveniente para que sin rivalizar ni hacerse competencia uno u otro compañero socio, se disfrute de un decoroso lucro adquirido con toda la decencia y dignidad propias de una persona regularmente ilustrada.

En cambio, a aquellos otros compañeros que invitados por medio de la persuasión a acudir al Centro de la Asociación Regional, continuasen obcecados y se obstinaran en vivir sin sociedad con sus hermanos de profesión ni guardar las formas del buen compañerismo, se les sostendrá en completo aislamiento, retirándoles todo apoyo moral y material por parte de sus compañeros de profesión, evitando estos el menor trato y roce que con aquellos pudieran tener en cualquier ocasión y sitio.

Una vez expuesta, aunque a grandes rasgos, la tendencia que tiene, lleva y persigue la nueva Asociación, a poco que se discurra se comprenderá perfectamente la conveniencia de estar asociados y dispuestos a cumplir exactamente el lema que hemos sentado: “Respuesta contra razones, contra denuestos, silencio”.

 

VIDAL ALEMÁN, M. “Colegiación Veterinaria”, en Revista mensual de Medicina – Veterinaria práctica, agosto 1899, págs. 145 – 148.

Constantes en nuestro propósito de proseguir con afán la campaña emprendida a favor de la Regeneración profesional que anhelamos, con mucho gusto y dentro de los límites que permite un artículo, vamos a ocuparnos de la cuestión que indica el epígrafe, de la Colegiación Veterinaria, iniciada por nosotros, presentada en Zaragoza por nuestro distinguido amigo el Sr. Moyano y propuesta últimamente por el senador y eminente hombre de ciencia, el Doctor Calleja.

La práctica, el ejercicio de la profesión se halla hoy rodeado de inconvenientes y de escollos que a todo trance urge subsanar. Para todas las carreras, más o menos importantes se ha estudiado el medio de crear plazas oficiales, que aseguran el porvenir o cuando menos la subsistencia de aquellos que las profesan. Y no creemos sea presunción el afirmar que la profesión veterinaria, íntimamente ligada con las grandes fuentes de la riqueza pública, ceda en importancia a las demás.

En atención a esto y prescindiendo de los escasísimos y mal retribuidos destinos de que puede disponer la clase, LA COLEGIACIÓN VETERINARIA, según nuestro modo de entender, es la base cierta y segura sobre la que ha de cimentarse una de las mejores obras que han de reflejar el estado y progresos de la ciencia, ofreciendo idoneidad y competencia a los veterinarios para destinos; no pidiendo destinos para veterinarios que desconozcan el cumplimiento de su obligación.

 

El Diario Palentino, 18 septiembre 1899, págs. 2 – 3. “Reunión de Veterinarios”.

Por iniciativa del Sr. Vidal Alemán, director de la Revista de Medicina-Veterinaria práctica y profesor veterinario de Cisneros, se han reunido hoy en el salón de actos de la Económica de Amigos del País, 32 compañeros del Sr. Vidal, a fin de cambiar impresiones acerca de la conveniencia de la colegiación de la clase, a semejanza de como lo están los médicos y farmacéuticos.

A las once dio comienzo la sesión, ocupando la presidencia el subdelegado de esta ciudad Francisco Pío Luque, quien expuso las ventajas de la nueva forma de estar unidos los veterinarios, excitando el interés de los reunidos, a fin de organizar de un modo positivo las funciones, deberes y derechos de la clase a que pertenece.

Dio cuenta de varias cartas de otros tantos invitados que excusaban su asistencia por razones de imposibilidad material; entre ellas figuraba la del ilustrado catedrático de Fisiología e Higiene de la Escuela de León. También leyó un telegrama del presidente la Comisión de propaganda de Zaragoza, Sr. Martínez Miranda, catedrático de la escuela aquella ciudad.

Acto continuo, el Sr. Luque, manifestó que era necesario escuchar el parecer de los profesores reunidos, pues que para dicho objeto habían sido convocados, y que se abría discusión.

El Sr. Vidal Alemán, leyó una extensa y bien pensada Memoria, en la que abrazaba, además otros extremos tan importantes como son el fomento de la cultura de la clase, mediante certámenes, concursos, sesiones prácticas y demás formas de ilustración y de estudio. Hizo gran hincapié en los beneficios de la agremiación, detallando una por una las utilidades que particular y colectivamente pueden obtener los colegiados, como igualmente las ventajas que han de ir a parar a los agricultores y ganaderos. El trabajo del Sr. Alemán mereció los honores de la aprobación.

El Sr. Tejedor, veterinario militar del regimiento de Talavera, se identificó con el señor Alemán y expuso que los beneficios que se obtengan para los veterinarios civiles han de ser los mismos que para los militares. Su concurso y el de los compañeros que visten el uniforme militar, estará, dijo, siempre al lado de los veterinarios palentinos.

El Sr. Fraile (Francisco), veterinario de Tariego, leyó otra Memoria, en la que se mostraba partidario de alcanzar mayores honores para su clase, basando estos en la ilustración que debe buscarse por el estadio y perlas prácticas en las clínicas y por la moral que debe presidir à todos los actos del compañerismo.

El Sr. Luque hizo un atinado resumen de los trabajos leídos, abogando para que sean tenidos en cuenta al fin que se persigue. Propuso la formación de una Junta que se encargue de confeccionar el reglamento por el que se han de regir los profesores colegiados; la cual quedó constituida del modo siguiente.

Presidente, Francisco Pío Luque; secretario, Manuel Vidal; y vocales Rosendo Fraile y Zacarías Pérez.

Unos y otros manifestaron que corresponderían a la confianza en ellos depositada, con cuanto interés sientan por los asuntos profesionales, y que en breve podrían presentar el trabajo objeto de la Junta.

Después tómase el acuerdo de hacer órgano oficial del Colegio de Veterinarios de esta provincia al periódico antes citado, que en adelante llevará otro título, en conformidad con los nuevos rumbos que va a tomar.

Todos los allí presentes manifestaron su complacencia con la unión que reina en los veterinarios de la provincia y se felicitaron de que la clase a que pertenecen tome giros de ilustración y protección mutua, que tantas ventajas ha de proporcionar a los interesados y al bien general de los agricultores y ganaderos.

La sesión terminó en medio de las mutuas protestas de compañerismo y de elevado espíritu de trabajos para conseguir el fin que persiguen.

Enviamos nuestro parabién a los profesores veterinarios de nuestra provincia por el celo e interés que demuestran en aras del progreso de su carrera, estimulándoles a que perseveren en tan loables fines.

 

El Día de Palencia, 18 septiembre 1899, pág. 2. “Los veterinarios. Una reunión”.

En el salón de sesiones de la sociedad Económica de Amigos del País se celebró esta mañana una reunión magna de profesores veterinarios, convocada con el objeto de llevar a la práctica la idea de constituir un Colegio provincial de veterinarios palentinos.

Asistieron treinta y dos de estos, hallándose presidida la reunión por Francisco P. Luque.

Se leyeron dos importantes y bien escritas memorias, acerca de la necesidad de la colegiación, por los señores Vidal y Fraile, el primero director de la Revista de Veterinaria que se publica en Cisneros y el segundo veterinario del pueblo de Tariego.

Acordada por unanimidad la colegiación, se nombró una junta encargada de redactar el oportuno reglamento.

Forman la junta los señores siguientes: presidente, Francisco Pío Luque, secretario, Manuel Vidal, y vocales Zacarías Pérez y Rosendo Fraile.

 

Gaceta de Medicina Veterinaria, nº147, 1 octubre 1899, págs. 730 – 731. “Colegiación”.

El día 18 de septiembre último se reunieron en Palencia cerca de 40 veterinarios para tratar de la colegiación.

Después de la lectura de más de 30 cartas de adhesión y de la lectura de las Memorias de los señores Vidal y Fraile y de los discursos de los señores Luque, Tejedor y otros, se nombró una junta compuesta de Francisco Pío Luque, presidente, Manuel Vidal Alemán, secretario, Rosendo Fraile y Zacarías Pérez, vocales, que redactarán el reglamento por el que se regirán los profesores colegiados. Muy bien por los veterinarios palentinos.

¿Y los de Madrid y demás provincias, se colegiarán?

 

El Progreso Agrícola y Pecuario, nº167, 23 octubre 1899, pág. 10. “Colegiación veterinaria”.

Por iniciativa del distinguido director de La Veterinaria Moderna, Manuel Vidal Alemán, Profesor veterinario de Cisneros, se reunió en Palencia, el 18 del pasado, gran representación de veterinarios de la provincia para constituir el primer Colegio de veterinarios, a semejanza como lo están los médicos, los farmacéuticos, los abogados, etc.

El entusiasmo y discreción que existió entre los reunidos lo expresa con gran número de detalles la ilustrada y naciente revista La Veterinaria Moderna en el número de septiembre último. El Sr. Luque, presidente que fue nombrado del Colegio, pronunció un notable discurso demostrando la necesidad e importancia de llevar a cabo el objeto que los congregaba, y en la misma forma se expresaron, en no menos elocuentes discursos, los Sres. Tejedor y Fraile; muy señaladamente el Sr. Vidal y Alemán que, en una extensa y luminosa memoria que leyó, pintó de mano maestra la trascendencia que ha de tener para el progreso de la referida clase la colegiación en todas las provincias.

He aquí algunos de sus párrafos:

«Urge crear los Colegios provinciales con toda celeridad, pues que ellos, si bien se organizan, pueden obrar como centros de instrucción con fin de proponer y estudiar los medios que más fácil y poderosamente han de contribuir al acrecentamiento de la riqueza nacional, ellos, sirviendo de cuerpos consultivos para el Gobierno, pueden y deben hacer que se cumplan los sagrados deberes profesionales encaminados a evitar tantísimos focos de insalubridad, de mortandad y de adulteración de que son objeto multitud de sustancias alimenticias. Ellos, en fin, han de traer la regeneración veterinaria, para que ésta a su vez prescriba, como fruto de profunda y bien cultivada ciencia, los medios de llegar en plazo breve a la completa y hermosa regeneración de España.

Ante estas trascendentales razones, de esperar es que ningún hermano de profesión permanezca indiferente; antes, por el contrario, animados del mejor espíritu progresivo, del más elevado sentimiento, todos, todos sin excepción hemos de procurar que nuestra amada clase sea conocida y estimada en lo que realmente merece, todos hemos de deponer los individualismos y rivalidades. Todos, absolutamente todos, acompañados de la misma buena fe e infatigables energías, procuremos demostrar que el veterinario es necesario, es indispensable en lo que atañe a la salud del pueblo, en lo que se refiere a las principales fuentes de la riqueza española y, por último, que los veterinarios capaces de solucionar arduos problemas sociales no discrepan de la acorde y perentoria nota de regeneración. Por eso yo, confiando en tan salvadoras doctrinas y alentado por el valiosísimo concurso de las respetables e ilustres figuras de los Sres. Luque y Garrote, para quienes reservo un voto de gracias, os doy mil plácemes y os invito a pronunciar: ¡Amplios y fáciles recursos a la regeneración! ¡Paso al progreso! ¡Nuevos horizontes a la veterinaria patria!»

Identificados con el pensamiento de nuestro ilustrado colega, opinamos también que ha de reportar a la Veterinaria provechosos frutos el espíritu de asociación que en ella se nota de algún tiempo a esta parte, y nosotros estamos dispuestos a prestar todo el concurso necesario hasta que consiga alcanzar lo que de derecho le corresponde.

Es urgente la colegiación de todos los veterinarios, lo es la reforma de la enseñanza en nuestras Escuelas conforme a las exigencias de la época, y lo es la promulgación de la ley de Sanidad, o de una exclusiva de los animales domésticos, para lograr el fomento de la ganadería, una de las principales fuentes de riqueza nacional. Nos consta que en Zaragoza, Logroño, Bilbao, Pamplona, Badajoz y en otros sitios se hacen trabajos encaminados a la colegiación, y alentamos a que en todas las provincias sigan el ejemplo plausible dado por los veterinarios de Palencia.

 

El Diario Palentino, 24 octubre 1899, pág. 2. “Opinión de peso”.

Nuestro colega madrileño El Progreso Agrícola y Pecuario dedica también, como nosotros hicimos en su día, un elogio a la Asociación Veterinaria de Villada, la primera en España que se ha colegiado para los fines de su profesión.

A juzgar por las noticias que tiene la ilustrada revista del Sr. Rivas Moreno, los veterinarios de Zaragoza, Logroño, Bilbao, Badajoz y alguna otra provincia, están haciendo trabajos para conseguir la colegiación, alentados por el ejemplo que han dado los de nuestra provincia.

 

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